Paz y bien:
En los últimos tiempos, la afluencia masiva de hombres y mujeres en los caminos a Santiago, ha hecho que se vayan diversificando las rutas que tienen como finalidad llegar a la ciudad apostólica, esa misma que nació de un milagro; de una estrella enamorada, que con su tenue luz besaba la tierra, la cual abrazaba en su seno un tesoro, descubrimiento que movió los corazones y las almas, y que, de una forma o de otra, lo sigue haciendo.
Las diversas rutas a Compostela se enmarcan en el contexto de lo material, de ahí que sean muchos los intereses económicos que asaltan al peregrino a la vera misma del camino, pero en realidad, no existen tantos y tales caminos, sino que cada peregrino transita por su camino interior, por tanto; hay tantos caminos como peregrinos.
A veces puede dar la impresión de que los intereses egoístas, individuales o grupales, mueven el mundo, y posiblemente esto sea verdad, pero no es menos cierto que el amor sostiene el mundo, y que hay una esencia, un ánima, que mueve al caminante a seguir avanzando paso a paso, con sufrimiento, y con la fuerza que da la esperanza de llegar a la meta.
Recuérdalo: tu vida es un camino, solo tú puedes transitarlo, y en esa experiencia de camino(la vida misma) podrás realizar un aprendizaje continuo, que va más allá de lo meramente visible o material.
Tu camino, tu vida, es esencialmente espiritual. Porque espiritual es el amor, la bondad, la amistad, la solidaridad, la justicia, La Paz…
Ultreia e Suseia.
Buen Camino.