Certificado de la peregrinación
La Compostela (y no «Compostelana», como a veces equivocadamente se le conoce) es un documento del Cabildo Catedralicio de Santiago que certifica la peregrinación a pie o en bici por el Camino de Santiago por motivos religiosos o espirituales a Santiago. Para conseguirla, se debe mostrar la credencial, donde se ha ido sellando y poniendo la fecha a lo largo del Camino, como por ejemplo en los refugios en los que se ha dormido, dos veces por día. Para conseguir la Compostela se ha debido llegar a Santiago tras peregrinar los últimos 100 kilómetros andando o 200 en bicicleta, como mínimo. Se debe tener una edad mínima de diez años o bien ser menor pero haber hecho la Primera Comunión para recibirla. Si haces el Camino en nombre de otra persona (un fallecido, una persona que no puede realizar el Camino…) debes solicitar que sea una Compostela «vicarie pro«, en la que añaden el nombre de la persona por la que se ha realizado la peregrinación.
No obstante, si no se pueden realizar esos kilómetros a pie o en bici y se llega directamente a Santiago por otros medios, aunque no se pueda conseguir este documento, sí se puede ganar la indulgencia plenaria de los Años Santos o pasar por la puerta Santa y también, naturalmente, se puede orar ante el Apóstol, dar el abrazo a Santiago y participar en la misa del peregrino.
La Compostela, un documento con orla característica de hojas de roble y vieiras jacobeas, está firmada por el Secretario Capitular de la Iglesia Compostelana, se encuentra escrita en latín y su traducción es: «EL CABILDO de esta Santa Apostólica Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana, custodio del sello del altar de Santiago Apóstol, para que todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa hasta la Tumba de Santiago, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: X ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa). En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia«.