Para aquellos peregrinos del Camino Francés que transitan por Nájera merece la pena hacer un pequeño alto. Vamos a meternos en la historia y en arte del barrio antiguo de esta población riojana.
En esta localidad, cuando los monarcas del Reino de Pamplona instalaron allí su corte, tuvo lugar un acontecimiento de gran importancia. Fue la institucionalización de la Orden de la Terraza por el monarca navarro Garcia III el de Nájera, a mediados del siglo XI. Para algunos escritores es la orden más antigua de Europa de las órdenes militares. Pero hay que tener en cuenta que la consideración como orden de caballería no es considerada como tal por otros autores.
La leyenda
García III, denominado el de Nájera, reinó tras la muerte de su padre Sancho III El Mayor, de 1035 a 1054. Según cuenta la leyenda salió un día de caza por los alrededores de la localidad y cerca de una peña vio a una perdiz que perseguida por su halcón se refugió en una zona cerrada de arbustos. Al bajarse del caballo y adentrarse entre las zarzas, encontró una cueva con una imagen de la Virgen con el Niño. A sus pies estaba la perdiz y el halcón en una situación pacífica y amigable. Yjunto a ellos una jarra con azucenas.
En este lugar el rey mandó construir el Monasterio de Santa María la Real. Al mismo tiempo, instituía entre sus hijos y nobles próximos la Orden de la Terraza, también llamada de la Jarra y de las azucenas. El rey mandó labrar collares e insignias con la jarra y las azucenas para los miembros de orden y declaró el 25 de marzo como fecha para la celebrar la festividad y todos los sábados, que se encuentre en Nájera, se dirigirá con los miembros de la orden y personal de la corte a honrar a la Virgen en la cueva. Esta orden permaneció activa mientras vivió el monarca, con el cambio de monarca desapareció.