Paz y bien:
Comienza la primavera y despliega su manto de hermosura, los campos que rodean la senda milenaria sonríen bajo La Luz cálida del sol, las flores risueñas recién nacidas saludan al peregrino/a que pasa; es la voz del agradecimiento de la hermana y madre tierra, que durante el invierno engendró este esplendor de belleza.
Deberíamos aprender a vivir agradecidamente.
Cada paso del peregrino es hijo de los pasos anteriores. Para completar una etapa antes ha habido que pasar por momentos de dificultad.
Hoy eres, en buena medida, lo que te han permitido ser los pasos anteriores… no mires atrás con nostalgia, tampoco con pesadumbre, recuerda que fueron esos pasos los que te ayudaron a llegar a donde estás hoy, y no ceses de caminar, hay un horizonte de vida por conquistar.
El invierno de ayer engendró en sus entrańas la primavera de hoy.
Ultreia e Suseia.
Buen Camino