Julián Sanz ha intentado por segunda vez unir Roncesvalles y Santiago de Compostela, en 24 horas. No lo logró, pero si consiguió rebajar en media hora su anterior intento de realizar los 745 que separan ambas localidades.
Sonriente y con un ánimo excelente, declaró nada más bajar de la bicicleta que se sentía muy satisfecho de mejorar su marca y que está decidido a volver a intentarlo el próximo año, con el objetivo de recortar al menos otra media hora, porque está convencido de que no es posible lograrlo en 24. Y es que, frente a lo que aconteció en el 2007, esta vez tuvo el viento a favor desde Burgos y unas condiciones meteorológicas muy buenas. «No sé hasta qué punto podría recortar más ese tiempo, pero siempre habrá alguien que lo pueda conseguir», aseguró.
En el primer intento empleó 28 horas y un minuto, pero sin llegar a Santiago, porque se quedó en San Marcos. Pero esta vez, con mejor preparación y organización, no pudo con la orografía del Bierzo y de Galicia. Hasta la localidad leonesa de Astorga la media de kilómetros realizados era de 33 por hora y llevaba cerca de una hora de adelanto sobre las previsiones. Pero a partir de ahí la media bajó a los 28 kilómetros por hora. Julián aseguró que no pensó en renunciar en ningún momento: «Eso nunca, cuando se sale a hacer una prueba de estas hay que llegar hasta el final, porque aunque hay momentos malos, también los hay para que el cuerpo se recupere».